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miércoles, 30 de octubre de 2013

Cuando Cruzas La Línea Roja

Fue un jueves por la mañana, las clases en la universidad se suspendieron por un atentado contra el rector, voladas se oyeron que fueron los candidatos de la izquierda. Mientras algunos tomaban las aulas y el comedor, un grupo de amigos salimos caminando por el estacionamiento. . Fuimos a parar a una feria artesanal del campo de marte allí expendían productos de la región de puno, pasamos por los stands atónitos por todo lo que nuestros ojos y olfatos podían percibir. Luego de muchas vueltas algo llamo vuestra atención (un parasicólogo) si, alguna ves todos hablamos y nos preguntamos que seria de vuestro futuro, y simplemente obviamos, pocos se someten a una prueba como esta pero ahí estaba carolina. . Una chica alegre que toma la vida con singular picardía y anecdótica frescura, pregunto. ¿A ver quien se atreve a saber sobre su futuro? Entre risas. Algunos contestaron que son vainas esas cosas, otros que no creen y algunos acompañaron en su locura. Paso el primero y pregunto (sobre sus estudios) amablemente dijo que culminaría con éxito. . Así pasaron el segundo, el tercero y el cuarto allí venia carolina cuando ya estaba rodeado de muchas personas se acerco como siempre con una sonrisa y pregunto (siempre he pensado que voy a morir joven). La mayoría arranco en risas por tamaña pregunta. Mientras barajaba las cartas y pasaba las manos por encima cual calculadora que hace las cuentas levanto las cejas y miro de reojo, carolina tenia una mano sobre los labios pero siempre sonriente. . El barbudo respondió a secas (SI) señorita usted va morir joven, todos quedamos atónitos en el profundo silencio, mientras la sonrisa de carolina se iba borrando poco a poco. Mientras ya casi des animado decía ( pero tu puedes cambiar tu destino señorita). Para cruzar la línea roja tienes que tener personalidad y saber que con una simple mirada puedes dejar escapar muchos secretos emociones, pero lo mas profundo es que tienes el juego de tu destino en tus manos. . Desde aquel día carolina cambio por completo su vida, se hizo madre y cada ves que salía dejaba una nota de despedida, si no pasaba nada desechaba al volver sana y salva, tras 1724 notas fue la ultima que escribió.

domingo, 4 de agosto de 2013

Los Caprichos y El Quijote.

¿Tomar un café?... mire asombrado el rostro de Daniela, abrigada en sus trapos y la melancolía distraída de sus ojos. Insinúan tragarse el orgullo y tomar un café caliente. caminamos hasta la plaza san Martin y sentados en la mesa compartimos la misma sensación del tiempo, el frio azotaba con vehemencia, en el gélido tiempo las sombras se perdían sobre la niebla. Entonces… as comprendido? Pregunte. Sonrió tímidamente y luego de una pausa larga dijo: pareciera que estuviéramos asistiendo al ciclo de reunión de brujas Presidida por el Diablo. Se acerco a lado mío, y guio con la mirada la plaza, en el centro pareciera el macho cabrillo que describe El Aquelarre. Y los que descansan, hacen una parada o huevean como nosotros, impostamos los rostros mas terroríficos de un sueño irracional, asistimos bajo la sombra de brujos, personajes terroríficos, a un oscuro presentimiento, nuestros miedos, nuestras pesadillas y vuestros sueños son irracionales de una noche oscura cuando dormimos. No cabe duda que el comentario de Goya en la IV Lamina de Los Caprichos. “El mundo es una mascara; el rostro, la postura y la voz, todo es mentira todos quieren parecer lo que no son, todos engañan y nadie se conoce a si mismo”. Es una respuesta a mi pregunta. Posiblemente solo quería escuchar un si o un no, luego de una discusión larga. Entonces pregunte ¿No sabia que te gusta la pintura?... Nunca me preguntaste tonto, dijo. Terminamos el café y caminamos de la mano sin murmullo alguno. Pasamos entre la multitud y pasados muchos minutos pregunte que te pareció esa pintura. Es una especie de furia pictórica que caracteriza a las pinturas negras es maravilloso como describe todo aquello relacionado a nuestros delirios irracionales, representados en escenas de brujería y exorcismo. Una poesía para culminar nuestra conversación dijo.

lunes, 4 de febrero de 2013

El Bautizo De Un Cornudo

Todo esto empezó un día no muy lejano a aquellos días donde uno siente tener todo en las manos, y cuando de pronto abre los ojos sabe que no es tan real lo que parece, llamare Amelia a la susodicha para no caer en confesiones inoportunas, llegaba un día singular de celebraciones, donde la fiesta era aquella esperada por días, ella la chica mas linda del barrio me invito a salir, repito me invito a salir, con tal descaro me dijo de esta manera: que te parece si vamos a la fiesta esta noche?. Quizá en aquel momento debería preguntarme porque ella me invitaba, porque nunca lo hacia, como todo adolecente con las hormonas rebasándome la cabeza acepte sin murmullo alguno, hasta prometí pagar la entrada a esta fiesta, y todo estuvo perfecto. Mama me presto unos centavos de las cuales tubo que deshacerse con esfuerzo alguno, al ver la desesperación en mi rostro, rompí la al cancilla que apenas contenía unos céntimos, y tome prestado algún billete de mi hermana, digo prestado porque pensaba devolvérselos la cual nunca cumplí. Llegue a la puerta de la discoteca muy bien vestido la camisa impecable pasadores muy bien atados muy perfumados con la colonia que envió la tía juanita a mi hno. apenas llegue encontré a los de la patrulla aquellos chavalillos que formaban parte del futbol y amigos del barrio, algunos mas pequeños quienes solían llamarse los chawaleros. Los llamábamos así porque eran los ojos y oídos de los amigos en peligro, quiero decir casi casi de los que caían en la trampa del señor Gonzales, se preguntaran quien es el señor Gonzales, este señor es quien entra cuando tu sales. Pasados unos minutos llego Amelia aquella chica de ojos negros grandes rostro fino y cabellera lacia, aquella chica que arrancaba suspiros solo al verla sonreír, esta chica es mi chica a quien tome de las manos y entramos al local, minutos después ingresaron los de la patrulla y algunos chawaleros, la fiesta concurría en un espacio muy ameno las platicas con los amigos y las rondas de baile eran el jubilo inmediato cuando de pronto Amelia se acerco y me dijo: saludare a unas amigas, ____ si normal te busco en un rato dije. Pasados casi media hora la busque con la mirada y no puede dar con ella, al frente sobre el vidrio de la ventana un pequeño chawalero, me llamaba con tanta insistencia, no le preste mucha atención porque pensé que quería que le pague la entrada, me hice no verlo pero la desesperación por encontrarla cada ves se hacia mas latente. Cuando de pronto un papelito alcanzo aquel chawalero a un amigo mío quien acudió a su auxilio, con los ojos casi sorprendidos puso en mis manos de manera casi disimulada, yo sorprendido por la actitud leí en frente de todos, esto. TE ESTAN PONIENDO LOS CUERNOS. Con desesperación busque a mi chica a la cual no encontré, Salí del local y ahí están los chawaleros, para vocalizar estas palabras, te la hicieron esta ves. Con los ojos llenos de furia y el corazón acelerándome los latidos corrí en busca de Amelia tabo el pequeño chawalero delante de mí acelerando el paso cual caballo de guerra, me decía por aquí! Por aquí! _______ Atrás mío un batallón de chavalillos, preguntándose casi a muerde labios lo pendeja que es Amelia. Otros recriminándome que me advirtieron que ella tenia aquellas costumbres, y yo furioso de saberme un pobre diablo, corriendo casi casi con el corazón sobre el suelo arrastrado sobre mis pies, maldiciendo a cuantas podía, llegamos y la encontré en un tierno beso con aquel , al verme frente a ella dijo esto: Mi amor no es lo que parece… El chico pregunto mi amor? ________ quien es este huevon también pregunte y tú quien eres huevon, el respondió con desparpajo soy su gil, y tú quien eres _________ respondí: pregúntale a ella? Me encontraba en un show casi casi novelesco y los chicos gritaban sácale la mierda, sácale la mierda con desesperación infinita. En aquel momento no supe que hacer tampoco que decir ya que solo podía sostenerme en pie con la ayuda de la poquita coherencia que me tenia. En vista que no supe hacer nada ____Tabo aquel pequeño chawalero corrió desde la trinchera y le dio una buena patada en la canilla a la chica y pronuncio con tal furia, (Puta.) Y Amelia emprendió una carrera con rumbo desconocido, el chico atrás de ella salvándose de algunos golpes y patadas de los chawaleros, camine rio abajo cabizbajo con el con el alma desangrándome y el corazón casi casi apagándose, queriendo esbozar algún grito de dolor escabullido. Un ultimo canto como el caballero Carmelo antes de enterrar el pico, o quizá queriendo sonreír con una sonrisa fingida solo para decir que no estoy vencido, pero el golpe es tan duro cuando te tocan el orgullo de hombre cuando te sabes macho dominante y el dolor crece cada momento como cuando el sol va ocultándose y la sombra crece y crece hasta aplastarte en una noche fría y dolorosa. Los amigos caminaban junto a mi me tocaban el hombro queriendo consolarme como a un niño cuando se le muere su madre, o quizá queriendo abrigarme sabiendo que estoy muerto de frio, entonces aquel chico quien propino una buena patada. Esbozo en el silencio________ “Hasta las aguas del rio suenan tristes concha su madre”, la cual me produjo una sonrisa pequeña, sabiendo que la sangre me desbordaba como riachuelos escapados del cause. Fue aquel día la ves primera que descubrí aquella sensación extraña, aquel dolor incauto aquella suplica inoportuna, aquel significado invisible. Aquellos amigos que nunca olvido, aquel alcohol que recorrió mis venas aquella primera ves que grite a todo pulmón ruca! y baile el gato volador. Y escribí esta nota sentado frente al dolor, para sentirme perdedor.

viernes, 9 de marzo de 2012

Suaves Venenos.

Quizá esta sea la ultima noche que mi corazón se escurra en tus recuerdos, quizá esta sea la ultima ves que te piense en silencio, mirándome a los ojos, tratando de encontrarme conmigo mismo. . Quizá esta noche me estrangule el tiempo, en un largo sufrimiento sin retorno quizá esta noche mi alma se calcine en el infierno, y las tormentas me traspasen el corazón sin piedad alguna. . Quizá el sol demore en alumbrar mi primavera, quizá el aroma de mi vida se pierda en tu olvido, quizá la conciencia me rebusque todos los recuerdos sin dejar nada oculto en los rincones de mis arterias. . Quizá la vida entera me pase pensándote, en que camino nos perdimos quizá la herida sangre cada vez que te recuerde, pero tratare de decirte que soy feliz aunque te mienta, cada ves que me preguntes. . Quizá las ansias de verte me torturen las entrañas, pero tratare de caminar sin voltear a verte, aun sabiendo que ni con la muerte pueda dejar de pensarte. Quizá mis brazos siempre necesiten de tu cuerpo, quizá mis labios esperen de tus besos pero apartare este océano de mis pensamientos. . Quizá este silencio profundo termine por arrástrame, quizá esta vehemente pasión termine por ahogarme con el manto que cubre mi alma, quizá esta agonía sea prolongada, quizá me olvide de ser prudente a la hora de olvidarme, pero intentare pensarte y cuando no te piense será señal que te estoy olvidando. Quizá este silencio prolongado me ayude a escucharme, quizá estas noches vacías se me vuelvan un tormento, pero poco a poco curare mis heridas con manos de cirujano levantare pañuelo blanco con aire de marinero zarpare al mar a un mundo nuevo. Gracias por ayudarme olvidar, gracias por estar conmigo por enseñarme amar.

jueves, 25 de agosto de 2011

Kennedy, John F. 1961 el mejor discurso.

Kennedy, John F. 1961 Discurso de Toma de Posesión
Compatriotas:
Celebramos hoy, no la victoria de un partido, sino un acto de libertad - simbólico de un fin tanto como de un comienzo - que significa una renovación a la par que un cambio, pues ante vosotros y ante Dios Todopoderoso he prestado el solemne juramento concebido por nuestros antepasados hace casi 165 años. El mundo es muy distinto ahora. Porque el hombre tiene en sus manos poder para abolir toda forma de pobreza y para suprimir toda forma de vida humana. Y, sin embargo, las convicciones revolucionarias por las que lucharon nuestros antepasados siguen debatiéndose en todo el globo; entre ellas, la convicción de que los derechos del hombre provienen no de la generosidad del Estado, sino de la mano de Dios.

No olvidemos hoy día que somos los herederos de esa primera revolución. Que sepan desde aquí y ahora amigos y enemigos por igual, que la antorcha ha pasado a manos de una nueva generación de norteamericanos, nacidos en este siglo, templados por la guerra, disciplinados por una paz fria y amarga, orgullosos de nuestro antiguo patrimonio, y no dispuestos a presenciar o permitir la, lenta desintegración de los derechos humanos a los que esta nación se ha consagrado siempre, y a los que estamos consagrados hoy aquí y en todo el mundo.

Que sepa toda nación, quiéranos bien o quiéranos mal, que por la supervivencia y el triunfo de la libertad hemos de pagar cualquier precio, sobrellevar cualquier carga, sufrir cualquier penalidad, acudir en apoyo de cualquier amigo y oponernos a cualquier enemigo.

Todo esto prometemos, y mucho más.

A los viejos aliados cuyo origen cultural y espiritual compartimos, les brindamos la lealtad de los amigos fieles. Unidos, es poco lo que no nos es dado hacer en un cúmulo de empresas cooperativas; divididos, es poco lo que nos es dado hacer, pues reñidos y distanciados no osaríamos hacer frente a un reto poderoso.

A aquellos nuevos estados que ahora acogemos con beneplácito en las filas de los libres, prometemos nuestra determinación de no permitir que una forma de dominación colonial desaparezca solamente para ser reemplazada por una tiranía harto más férrea. No esperaremos que secunden siempre todo punto de vista, nuestro, pero abrigaremos siempre la esperanza de verlos defendiendo vigorosamente su propia libertad, y recordando que, en el pasado, los que insensatamente se entregaron a buscar el poder cabalgando a lomo de tigre acabaron invariablemente por ser devorados por su cabalgadura.

A los pueblos de las chozas y aldeas de la mitad del globo que luchan por romper las cadenas de la miseria de sus masas, les prometemos nuestros mejores esfuerzos para ayudarlos a ayudarse a sí mismos, por el periodo que sea preciso, no porque quizás lo hagan los comunistas, no porque busquemos sus votos, sino porque es justo. Si una sociedad libre no puede ayudar a los muchos que son pobres, no podrá salvar a los pocos que son ricos.

A nuestras hermanas repúblicas allende nuestra frontera meridional les ofrecemos una promesa especial: convertir nuestras buenas palabras en buenos hechos mediante una nueva Alianza Para el Progreso; ayudar a los hombres libres y los gobiernos libres a despojarse de las cadenas de la pobreza. Pero esta pacífica revolución de esperanza no puede convertirse en la presa de las potencias hostiles. Sepan todos nuestros vecinos que nos sumaremos a ellos para oponernos a la agresión y la subversión en cualquier parte de las Américas. Y sepa cualquier otra potencia que este hemisferio se propone seguir siendo el amo de su propia casa.

A esa asamblea mundial de estados soberanos, las Naciones Unidas, que es nuestra última y mejor esperanza de una era en que los instrumentos de guerra han sobrepasado, con mucho, a los instrumentos de paz, renovamos nuestra promesa de apoyo: para evitar que se convierta en un simple foro de injuria, para fortalecer la protección que presta a los nuevos y a los débiles, y para ampliar la extensión a la que pueda llegar su mandato.

Por último, a las naciones que se erigirían en nuestro adversario, les hacemos no una promesa sino un requerimiento : que ambas partes empecemos de nuevo la búsqueda de la paz, antes de que las negras fuerzas de la destrucción desencadenadas por la ciencia suman a la humanidad entera en su propia destrucción, deliberada o accidental.

No les tentemos con la debilidad, porque sólo cuando nuestras armas sean suficientes sin lugar a dudas, podremos estar seguros sin lugar a dudas de que no se utilizarán jamás. Pero tampoco es posible que dos grandes y poderosos grupos de naciones se sientan tranquilos en una situación presente que nos afecta a ambos, agobiadas ambas partes por el costo de las armas modernas, justamente alarmadas ambas por la constante difusión del mortífero átomo, y compitiendo, no obstante, ambas, por alterar el precario equilibrio de terror que contiene la mano de la postrera guerra de la humanidad.

Empecemos, pues, de nuevo, recordando en ambas partes que la civilidad no es indicio de debilidad, y que la sinceridad puede siempre ponerse a prueba. No negociemos nunca por temor, pero no tengamos nunca temor a negociar.

Exploremos ambas partes qué problemas nos unen, en vez de insistir en los problemas que nos dividen.

Formulemos ambas partes, por primera vez, proposiciones serias y precisas para la inspección y el control de las armas, y para colocar bajo el dominio absoluto de todas las naciones el poder absoluto para destruir a otras naciones.

Tratemos ambas partes de invocar las maravillas de la ciencia, en lugar de sus terrores. Exploremos juntas 1as estrellas, conquistemos los desiertos, extirpemos las enfermedades, aprovechemos las profundidades del mar y estimulemos las artes y el comercio.

Unámonos ambas partes para acatar en todos los ámbitos de la tierra el mandamiento de Isaías llamado a: "deshacer los pesados haces de opresión , . . (y) dejar ir libres a los quebrantados".

Y si con la cabeza de playa de la cooperación es posible despejar las selvas de la suspicacia, unámonos ambas partes para crear un nuevo empeño, no un nuevo equilibrio de poder, sino un nuevo mundo bajo el imperio de la ley, en el que los fuertes sean justos, los débiles se sientan seguros y se preserve la paz.

No se llevará a cabo todo esto en los primeros 100 días. Tampoco se llevará a cabo en los primeros 1.000 días, ni en la vida de este Gobierno, ni quiza siquiera en el curso de nuestra vida en este planeta. Pero empecemos.

En vuestras manos, compatriotas, más que en las mías, está el éxito o el fracaso definitivo de nuestro empeño. Desde que se fundó este país, cada generación de norteamericanos ha debido dar fe de su lealtad national. Las tumbas de los jóvenes norteamericanos que respondieron al llamamiento de la patria circundan el globo.

Los clarines vuelven a llamarnos. No es una llamada a empuñar las armas, aunque armas necesitamos; no es una llamada al combate, aunque combate entablemos, sino una llamada a sobrellevar la carga de una larga lucha año tras año, "gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación": una lucha contra los enemigos comunes del hombre : la tiranía, la pobreza, la enfermedad y la guerra misma.

¿Podremos forjar contra estos enemigos una grande y global alianza ?al norte y al sur, al este y al oeste?, que pueda garantizarle una vida fructífera a toda la humanidad? ¿Queréis participar en esta histórica empresa?

Sólo a unas cuantas generaciones, en la larga historia del mundo, les ha sido otorgado defender la libertad en su hora de máximo peligro. No rehuyo esta responsabilidad. La acepto con beneplácito. No creo que ninguno de nosotros se cambiaría por ningún otro pueblo ni por ninguna otra generación. La energía, la fe, la devoción que pongamos en esta empresa iluminará a nuestra patria y a todos los que la sirven, y el resplandor de esa llama podrá en verdad iluminar al mundo.

Así pues, compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país.

Conciudadanos del mundo: preguntad, no qué pueden hacer por vosotros los Estados Unidos de América, sino qué podremos hacer juntos por la libertad del hombre.

Finalmente, ya séais ciudadanos norteamericanos o ciudadanos del mundo, solicitad de nosotros la misma medida de fuerza y sacrificio que hemos de solicitar de vosotros. Con una conciencia tranquila como nuestra única recompensa segura, con la historia como juez supremo de nuestros actos, marchemos al frente de la patria que tanto amamos, invocando Su bendición y Su ayuda, pero conscientes de que aquí en la Tierra la obra de Dios es realmente la que nosotros mismos realicemos.

- John F. Kennedy, 20 Enero 1961